Conmemorando los 100 años de su natalicio, el Maestro nacido en Fredonia, cerro del Uvital al suroeste antioqueño realizamos una exposición en su honor.
El maestro Arenas Betancourt es uno de los artistas más importantes y más prolíficos de la historia reciente, su obra es muy apreciada a nivel nacional e internacional, estas se encuentran en diferentes países y hacen parte de los diferentes monumentos públicos. Su obra en general no está hecha para el sosiego y la contemplación, su obra pone al espectador en alerta, lejos de una actitud apacible y lo alienta a una actividad mental y emocional, en sus esculturas se adopta la regla básica de la escultura según la cual ……..el equilibrio no es la inmovilidad ni el movimiento la gesticulación…., su obra es un dialogo permanente entre el hombre con su tiempo.
Lo primero que se recuerda sobre el día en que llegó a Pereira la estatua en representación al prócer Simón Bolívar en un vagón del ferrocarril que venía de Buenaventura y que había recorrido ya varios kilómetros por mar desde su salida en Acapulco, México, es la tensión y la ansiedad que generaba entre la clase dirigente, la comunidad eclesiástica y el pereirano de a pie la llegada de semejante monumento que ocuparía un espacio en la plaza más importante de la ciudad.
Tensionante, sí, porque el Simón Bolívar que se erguiría en aquella plaza sería uno sin ropas, ni armaduras o medallas, solo una llama alzada con su mano derecha mientras va galopando un caballo que bien parece estar flotando.
Ha sido reconocido por sus obras monumentales, que retratan las epopeyas y los personajes y episodios que han hecho parte de la construcción cultural de nuestros pueblos, defendiendo una cultura autentica indígena, su obra monumental en México es también prolífica y motivo de orgullo para todos.
El Maestro Arenas, amaba al libertador al servicio de su pueblo y no al soberano de 1828.
En la actualidad, el hecho de que la plaza de Pereira cuente con una escultura de Simon Bolívar desnudo sobre un caballo podría parecer completamente normal y no generar ninguna controversia, pero esto no fue siempre así, el alcalde de Pereira, Lázaro Nicholls 1955 1956 contrato la obra a Arenas quien residía en México, la misma fue elaborada en Acapulco entre 1956 y 1963 con ocasión del centenario de la ciudad, y entro por buenaventura en tren, un Bolívar sin ropas, sin armaduras, sin medallas, solo una llama en su mano derecha que representa lo fundamental que es la libertad y en su otra mano un fajo de leyes, mientras cabalga en un caballo que parece ir flotando. En su momento la obra ubicada en la plaza más grande e importante recibió todo tipo de críticas institucionales y morales, vencidas por la majestuosidad y contundencia de la obra.
Destacamos algunas de sus obras: Monumento a la vida, Monumento al Pantano de Vargas, El Prometeo, El Cuauhtémoc, ETC.
. Esperamos con fervoroso deseo que, en un futuro no muy lejano, se construya un museo que lleve su nombre y que inmortalice su legado que se encuentra en poder de su familia y algunas entidades públicas, un espacio para rendirle homenaje a este artista tan relevante. Afortunadamente para los Colombianos y los extranjeros que nos visitan, sus trabajos monumentales están al alcance y disfrute de todos a lo largo y ancho del territorio nacional e internacional.
En el marco de la feria internacional de arte Barcu, tuvimos la enorme fortuna de exhibir y difundir su obra con una muestra de 35 piezas que conseguimos de coleccionistas privados, logrando que esta, fuera la muestra más importante de la feria y un pequeño tributo más que merecido a uno de los Artistas más importantes de nuestro país