Iniciamos este viaje a mediados de los años 90s, encontrando en los antiguos oficios de la forja y la fundición, el arte perfecto para tener una actividad lúdica, inspiradora y retadora que nos servía para imaginar, soñar y liberar las cargas académicas y laborales, la tensión generada por una amada Bogotá, inmersa en tiempos de convulsión, violencia e incertidumbre………………… esto no ha cambiado mucho.
…….Ocupar el tiempo de ocio en el taller, era maravilloso por el contacto con los elementos y la materialidad, el calor del fuego nos mantenía abstraídos de actividades sociales y festejos, porque ejercía una atracción más que romántica, nos permitía reconocernos como seres humanos cuyo resultado de la labor manual, nos alimentaba de una infinita sensación de bienestar……..….la del poder y lograr a muy corto plazo pero con mucho esfuerzo físico, un resultado cercano al esperado, pero cada día superando, mejorando y acercándose más a lo proyectado.
Estos apasionantes oficios, nos permitían descubrir nuestras limitaciones de motricidad fina, nuestro desconocimiento en el uso de las herramientas básicas, pues todas mis destrezas y habilidades se habían enfocado en mi profesión, construyendo mi criterio jurídico y como el mejor artesano tejedor, aprendiendo a hilar fino. Sin embargo, la escuela de leyes me permitió concebir un mundo desde la metodología, el orden, el deseo de servir, la conciencia social y ambiental, y en lo espiritual un Dios que me permitió ver una vida con propósito.
Mas rápido de lo pensado, el hobby dejo de serlo, a partir de una sociedad que iniciaría un proceso de exportación para los Estados Unidos, enviando un contenedor cargado de sueños, al naciente sector de Las Olas en Miami, lleno de galerías y restaurantes que tenían todo ese potencial y el ADN de nuestro trabajo; lamentablemente, llegamos a USA dos meses antes del 9-11 y todas esas piezas decorativas, mobiliario etc.. ya no se ajustaban a la necesidades del mercado, que para ese entonces buscaba desesperadamente las mascaras antigases y todo tipo de elementos de supervivencia, construcción de sótanos y bunkers bajo tierra que les permitiera protegerse en su nueva realidad. El mundo entero estaba impactado al ser testigo de la vulnerabilidad de la más grande potencia mundial.
Nuestro contenedor lleno de sueños se quedó guardado en una bodega en Miami, por más de 2 años y en ese momento, la posibilidad de abrir un canal de comercio en USA era la alternativa, frente a nuestra propia recesión, mal llamada crisis de fin del siglo.